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domingo, 17 de julio de 2011

Dejarse llevar suena demasiado bien

Nunca antes lo había visto tan exageradamente atractivo y atrayente, era superior a mis fuerzas, el deseo de abalanzarme sobre él y besarle era prácticamente incontrolable, gracias a Dios mis padres me educaron demasiado bien y no me va mucho el rollo ese de perder las formas delante de gente que puede llegar a tener cierta importancia sobre mi autonomía moral. No sé sí tenía algo que ver eso de que hace prácticamente un año que no lo veo, pero os aseguro que nunca una persona antes consiguió hacerme perder los estribos de esa manera. No sé qué me gusta de él, nunca lo he entendido y estoy aproximándome a asegurar que nunca lo sabré. Llevaba unas bermudas negras, una camisa de manga corta de color blanco y unas zapatillas que combinaban a la perfección con el conjunto, es su estilo, es mi perdición. Creo que nunca antes vi, mejor dicho, nunca antes he querido ver, una sonrisa tan inaguantablemente perfecta y deslumbrante, llevaba el pelo alborotado, como siempre, intentando parecer que no le importa su aspecto, insuperable. Cuando le miré a los ojos, no, ni azules, ni verdes ni rosa, marrones, hipnotizadores, podría pasarme toda la noche bailando con su mirada, perdiendome en el laberinto de los ojos más limpios y tentadores jamás vistos. Quizá lo idealice demasiado, quizá sea verdad que empiezo a estar loca, quizá, quizá, quizá... desearia besarle

sábado, 16 de julio de 2011

Alberto Gambino

Eres la única de alimentar tu sonrrisa

Que el viento te despeine cuando acabas de salir de la peluquería, que en una cena de gala se derrame la copa de rioja sobre tu vestido nuevo y rías a carcajadas, salta en el barro como un niño pequeño y mánchate los pantalones blancos, ya se encargará la lavadora de dejarlo como antes. Que desayunando te caiga la tostada con la mermelada boca abajo y que se te olviden las llaves dentro de casa y tengas que esperar a tu madre sentada en la acera. Que se te corra el rimmel cuando llores, te mires al espejo y sonrías mientras él te abrace y te diga que sigues estando preciosa

viernes, 15 de julio de 2011

Ainoa Sánchez

Porque no quiero que nada cambie y que un amigo es un amigo para todo. Un amigo de verdad es un amigo para siempre. Es alguien que aunque esté enfadado contigo seguirá confiando en ti y será capaz de ayudarte a salir de cualquier problema juntos. Pienso que no todos pueden llegar a ser verdaderos amigos, que no todos te llamaran si tienes algún problema, que algunos solo estan de paso en tu vida, y desde luego no se quedarán. Pero los que se queden te ayudaran en todo momento, serán capaces de regalarte miles de sonrisas cada día, querrán estar contigo en los días más aburridos, y se quedarán cuando más apoyo necesites. Te consolaran, incluso llegaran a solucionar tus problemas, darán todo por ti. Y la verdad te demuestran que pueden valer más que mil personas juntas y ¿por qué? porque todos necesitamos a alguien que verdaderamente este dispuesto a estar contigo en todo momento y te demostrarán que podrás confiar en ellos siempre para todo.

jueves, 14 de julio de 2011

Adicción

Adicción es una palabra que asusta. Todos al oírla nos imaginamos a yonkies pinchándose. Pues bien, a mí me encanta la palabra, puede significar tantas cosas. Adicción a la bebida, adicción al tabaco, adicción a algún tipo de droga, adicción al deporte, adicción a las dietas excesivas y adicción al amor. Y si lo pensamos, todos somos unos adictos a algo, y por tanto, todos somos yonkies de algo

Hagamos un trato

El diario de noa

 


 - Puedo ser divertido si quieres, o pensativo, listo o supersticioso, valiente, incluso bailarín. Seré lo que quieras. Dime lo que quieres y lo seré por ti.
- Eres tonto.    
- Lo podría ser

miércoles, 13 de julio de 2011

Asi es

Tengo mal genio y doy malas contestaciones, si lo siento por eso. A veces suelto cosas que no debo porque lo hago sin pensar. A menudo utilizo un tono inadecuado con la gente que menos lo merece. A veces me enfado por estupideces y luego me arrepiento. Puede que un día me digas hola y te sonría y otro quizás te gruña. Discuto de todo lo que creo que llevo razón. Me gusta que la gente haga lo que digo, pero no soy ninguna dictadora. A veces hago daño a la gente con mis contestaciones. Pero al final, siempre acabo pidiendo perdón y abrazando a la persona a la que le he hablado mal. Me pierden los nervios y con ellos las formas. Pero solo hay que saber llevarme, la gente que me conoce se acostumbra. Cuando empiezo a discutir y gritar lo mejor es dejarme haciéndolo sola, a los 5 minutos se me pasa. Es saber tratar a las personas, es saber controlar su carácter, es conocer, comprender, entender, un poco de todo, simplemente.